Carmelitas Descalzas Altea

"Vivir en obsequio de Jesucristo". 

Fiesta de todos lo santos.


Una gran fiesta en el cielo.

      Para toda la Iglesia es una gran celebración porque hay gran fiesta en el cielo.  Para nosotros es una gran oportunidad de agradecer todos los beneficios, todas las gracias que Dios ha derramado en personas que han sido como nosotros, con las mismas debilidades, y con las fortalezas que vienen  del mismo Dios.

          Es importante en este día para toda la Iglesia detenernos a pensar en todo el bien que Dios  ha dado a la humanidad por medio de tantos hombres y mujeres que fieles a la voluntad de Dios, fieles a su amor fueron testigos del Reino de Señor.


        Pero este día festejamos, a esa multitud incontable que alcanzó el Cielo después de pasar por este mundo sembrando amor y alegría, sin apenas darse cuenta de ello.

     Recordamos a aquellos que, mientras estuvieron con nosotros, hicieron, quizás, un trabajo similar al nuestro:  Oficinistas, labriegos catedráticos, comerciantes, secretarias... Que también tuvieron dificultades parecidas a las nuestras debieron recomenzar muchas veces, como nosotros procuramos hacer; la Iglesia no hace una mención nominal de ellos en el Santoral.

     Es consolador pensar, que en el Cielo, contemplando el rostro de Dios, hay personas con las que tratamos hace algún tiempo y con las que seguimos unidas por una profunda amistad y cariño. Muchas ayudas nos prestan desde el Cielo.

       Nos acordamos de ellas con alegría, acudiendo muchas veces a su intercesión.


SUGERENCIAS.

  • ¿Cómo puedo, darle vida a mi bautismo, siguiendo la llamada evangélica "Sed perfectos como mi Padre celestial es Perfecto" (Mateo)"?
  • Aprovecho mis circunstancias personales, reconociendo los talentos que Dios me ha dado para buscar mi santidad, en mi día a día?


Vive y celebra este día entonando el Magnificat de María: 

"Proclama mi alma la grandeza del Señor"

P. René, capellán Carmelitas Descalzas Altea
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